Para sacar el brillo al estaño, frótalo con medio kilo de arena fina y un vaso de cerveza. Calienta dicha mezcla y aplícalo sobre el estaño con un pincel. Luego frótalo suavemente, lo enjuagas con agua fría y sécalo con una gamuza.
Si el objeto tiene muy rincones difíciles de llegar, prepara una mezcla de Blanco de España y aceite de oliva, aplicalo igualmente con un pincel y déjalo secar, luego lo enjuagas y lo secas con una gamuza bien seca.
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